Las minas. 18 Septiembre 1936

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Hoy hace 77 años de este importante hecho y vamos a tratarlo desde los diferentes testimonios de ambos bandos.

Diario de Operaciones del Alcázar de Toledo
          18 de Septiembre de 1936

A las 6,31 cuando llevaban disparadas 36 granadas, se oye una detonación más fuerte seguida de muchísimo humo negro, que invadió todos los locales, y hace creer a todo el mundo ha sido un cañonazo en sus inmediaciones; se comprueba acto seguido ha sido la explosión de dos minas, que ha derribado el Torreón S. O. y casi toda la fachada O., más todas las casas de los frentes O. y S. en su mitad derecha.




Después de varias semanas de perforación, los dos túneles para ambas minas ya están listos. Los motores de las perforadoras siguieron funcionando para despistar a los defensores que, conociendo perfectamente los trabajos de perforación, podían calcular más o menos cuando sería el momento indicado que harían explosión las minas.


´´Del primero al último de los defensores, llevaban desde la noche anterior esperando el
momento temido. Hacía unas horas que los trabajos subterráneos habían terminado. Habían
cesado las explosiones de los barrenos, todo ruido, ya no había perforación, ni se escuchaba el
arrastre de los cajones con la carga mortífera de trilita.``
La defensa del Alcázar de Toledo - José Mª Barranco Gil.


Voladura de las minas el día 18 de Septiembre de 1936.
*Explosión en maqueta para la película Sin Novedad en el Alcázar.


En el mes de agosto se habían comenzado las perforaciones de los túneles llevados a cabo uno por anarquistas de la CNT y otro por la UGT.


"Para mayor eficacia y ganar tiempo se puso en competencia un grupo de perforadores de la UGT y otro de la CNT, los cuales, alternándose día y noche, no descansaron durante 25 jornadas completas. La rivalidad de los dos grupos tomó carácter deportivo, arbitrado por el comandante de los Mozos."
Los rehenes del Alcázar deToledo - Luis Quintanilla.






La orden de maniobra después de la explosión, consistía en atacar por dos sectores. Por el norte, atacaría una compañía de guardias de asalto y un batallón de las Milicias de Toledo a las ordenes del comandante Madroñero y por el sur, los guardias de asalto bajo el mando del comandante Torres así como varios batallones de milicianos. La población civil fue evacuada de madrugada a las afueras de la ciudad y fueron espectadores desde los montes y cigarrales que rodean Toledo de la explosión y el posterior asalto. 

Dentro del Alcázar, los defensores en los puestos de observación contemplaron la evacuación. sSabían que poco tiempo quedaba para la explosión de las cargas bajo el subsuelo de la fortaleza.



"Toda la población no combatiente alcazareña dormía en aquella hora. 
También lo hacían los que habían terminado su turno de servicio hacía pocas horas. 
El resto estaban en pie, anhelantes y plenamente conscientes 
del momento que les estaba designado vivir."
La defensa del Alcázar de Toledo - José Mª Barranco Gil


Los defensores en alguna salida nocturna habían intentado paralizar los trabajos de la mina que se encontraban en la calle Juan Labrador.


"Los participantes en la salida llevaron instrucciones
concretas, incendiar y destruir la casa de la calle de Juan Labrador; para ello portaban seis
Laffite, unas diez granadas incendiarias, y varias botellas de gasolina con un tapón de mecha dispuesto a prenderse en el momento del lanzamiento."
La defensa del Alcázar de Toledo - José Mª  Barranco Gil.



Largo Caballero y los principales dirigentes del gobierno acudieron a la cita de la explosión de la mina así como un buen número de corresponsales de prensa nacional y extranjera.


Fragmento de prensa de The New York Times.

A las 6:30 de la mañana  la artillería seguía actuando sobre la fortaleza hasta que pasados unos minutos las baterías de Carrero en la dehesa de Pinedo dieron alto el fuego.



"Todos miramos con detención al Alcázar. Sentimos una especie de trepidación atmosférica, de repente vimos, en la parte interior próxima al oeste, un agudo reflejo luminoso que se envolvió de humo negro, llegando hasta nosotros el prolongado retumbar de un trueno."
Luis Quintanilla - Los rehenes del Alcázar de Toledo


"Toda la mole de piedra pareció conmoverse, como si fuera a estallar en mil pedazos. El
humo denso y acre permitió a poco ver cómo, después de aquellos minutos horribles, la vida
continuaba en torno a ellos. El milagro se había producido .
Entre las piedras y los hierros retorcidos, surgía la voz del compañero, del amigo,
consolidando el gozo de un momento insuperable bajo todos los aspectos. Fueron unos instantes
en que todo se confió a la improvisación. Todos estaban en pie de guerra y por primera vez,
aquellas mujeres que salían de los sótanos a la luz de un día manchado por el odio, cooperaron
en trabajos que nunca les había sido permitido llevar a cabo."
La defensa del Alcazar de Toledo - José Mª Barranco Gil.




Entre diez y veinte minutos después de las explosión y extinguido el humo que ocultaba los restos, los republicanos se lanzaron al ataque cautelosamente, el silencio daba a imaginar que los sitiados habían sido aniquilados o que habían perdido toda iniciativa de defensa.


"El enemigo llegaba fresco y bien pertrechado, para lanzarse por entre los escombros del
torreón noroeste y, procedentes del zigzag, coronar aquel punto. Llovían sobre los defensores las
granadas lanzadas por el techo de las galerías y de las habitaciones del frente Oeste, y hacía
falta emplear todo nuestro coraje para conseguirlo."
La defensa del Alcázar de Toledo - José Mª Barranco Gil.



Los escombros del torreón sudoeste fueron un obstáculo para los atacantes y un parapeto perfecto para los defensores que se escondía y abrían fuego desde ellos. El ataque fue un completo fracaso pues aunque los milicianos llegaron a tomar algunas partes y estancias del edificio, los sublevados contraatacaban retomando las posiciones perdidas. Cuando se había conquistado bastante terreno y en el interior del Alcázar ya se posicionaban grupos de asaltantes, llegó una inexplicable orden de retirada para dejar que la artillería abriera mas brechas por donde asaltar los restos del edificio. Los milicianos se retiraron con el miedo de ser alcanzados por su propia artillería perdiendo así las magnificas posiciones que habían conquistado. La orden partió del comandante Germán Madroñero ,que mandaba el grupo de asalto norte y resultó ser un saboteador en zona republicana durante toda la contienda. Faltan solo 9 días para la entrada de las tropas de Franco en Toledo.

En este vídeo se puede ver la voladura de la minas con imágenes de ataques desde Zocodover y Hospital de Santa Cruz.

Aquí también podéis encontrar muy buena información sobre este día 18: 

1 comentario :

  1. Excelente trabajo. Recuperar la memoria para no volver a caer en los mismos errores.

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