Krizai, el piloto abatido

El rápido avance de las columnas del Ejército de África fue perdiendo fuerza a medida que se acercaban a la capital toledana y, sobre todo, una vez liberado el Alcázar y tomada la ciudad. A pesar de ralentizarse su paso, la columna Castejón junto a la caballería de Monasterio ocupó la población de Almorox al norte de Toledo, cercana al río Alberche, el 7 de octubre de 1936.

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Tropas regulares en Almorox.

Las tropas de Varela alcanzaban los pueblos del sur y suroeste de Madrid. Antes de la llegada del material de guerra soviético, la aviación gubernamental disponía de aparatos muy heterogéneos como el Dewoitine D371, Loire 46 o los Potez 540. Una semana después de caer Almorox, el 14 de octubre, era abatido un Dewoitine D371 en un pinar muy cercano al pueblo en la carretera de Ávila (la actual N403). El piloto conseguiría saltar del aparato y abrir su paracaídas. 



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En la imagen superior (captura de vídeo del noticiario italiano Luce) podemos ver al general Varela observando con prismáticos como el piloto del Dewoitine se lanza en paracaídas sobre las líneas enemigas.


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El piloto era Josip Krizaj, conocido también como Giuseppe Krizai y apodado Pepi. Krizai era de origen austrohúngaro y tras la Primera Guerra Mundial pasó a ser ciudadano italiano al entrar la región de Gorizia a formar parte de Italia. Se formó como piloto en Nápoles y entró en la reserva de la Regia Aeronáutica italiana. De ideales nacionalistas pro-yugoslavos, en 1932 cruzó la frontera del Reino de Yugoslavia hasta Liubliana a los mandos de un Fiat AS 1 dejando la Italia fascista. En 1936 se unió a los primeros voluntarios yugoslavos que llegaron a España para luchar junto a los republicanos. Su nombre de guerra era José Antonio Galiasso. Formó parte, junto con el resto de pilotos voluntarios extranjeros, de la Escuadrilla España a las órdenes de André Malraux que se disolvió a mediados de 1937. Krizai fue abatido por un Fiat CR.32 y logró saltar en paracaídas. Tras ser capturado, fue trasladado seguramente al pueblo de Santa Cruz de Retamar, como se puede ver en el vídeo más arriba citado. En las imágenes aparece un grupo de prisioneros montados en camiones en la actual Plaza de España de la localidad. Un preso destaca del resto de prisioneros. Escoltado por un teniente de ingenieros, se abre paso cojeando, herido y con la cara con restos de sangre. Su altura, su rostro extranjero y el diferente trato que parecen darle sus captores, es llamativo. Se trata de Krizai. Es conducido hasta un coche, donde se sienta en el asiento delantero. Las miradas de los soldados y los curiosos, van dirigidas a él. El general Yagüe se encuentra también en Santa Cruz y parece conversar con algún prisionero y como se indica, tratando de sacar información a alguno de estos.


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En el ayuntamiento de Santa Cruz de Retamar aparece una bandera con los colores (supuestamente) rojo y amarillo. La bandera es reutilizada de una tricolor republicana a la que han recortado la franja de color morado. El edificio continúa existiendo en la actualidad con las mismas funciones de administración del pueblo.





Ayuntamiento de Santa Cruz de Retamar. Años 50.
http://torrijosysucomarca.blogspot.com.es/2014/10/santa-cruz-del-retamar-guerra-civil.html




Giuseppe Krizai estuvo prisionero hasta 1937 cuando fue entregado a los republicanos en un intercambio por varios pilotos italianos capturados por las fuerzas gubernamentales. En 1938 regresó a Yugoslavia y durante la Segunda Guerra Mundial se trasladó a Serbia. Tras la contienda, ingresó en la Fuerza Aérea de la República Federal Socialista Yugoslava. El 8 de octubre de 1948, cuando pilotaba un Yak-3 cerca del Monte Sneznik en los Alpes Dináricos, sufrió un accidente mortal debido a la niebla y la mala visibilidad.



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Dewoitine Nº 13 pilotado por Krizai (derecha).


Monumento dedicado a Josip Krizai en el aeropuerto de Portoroz en Eslovenia.


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El Dewoitine Nº13 de Krizai derriba un Ju-52. Al fondo la ciudad de Toledo.
Cuadro del pintor aeronáutico Juan Abellán. 





Robert Capa en Toledo (Parte II)

En junio de 2014 se publicaba en prensa la investigación y localización de dos fotografías de Robert Capa en Toledo durante el asedio del Alcázar. Ambas instantáneas se añadían a la única foto conocida hasta esa fecha del fotógrafo húngaro en Toledo, la del joven miliciano en la plaza de Zocodover. 
Podéis leer dicha investigación, realizada por el autor de este blog, sobre ambas fotografías pinchando aquí

Fotografías de Robert Capa en Toledo durante el asedio.
Magnum Photos/Robert Capa.

Los T26 en Seseña

Hoy analizamos unas fotografías nuevas sobre los T26 capturados en los combates de Seseña, pero antes repasaremos qué ocurrió durante el contraataque republicano ese día 29 de octubre de 1936.
Una de las historias más conocidas dentro del ámbito de la guerra civil española es la llegada de los primeros tanques soviéticos T26 y su entrada por primera vez en combate en el pueblo de Seseña en Toledo. Desde agosto de 1936, las fuerzas republicanas sufrían el avance impasible de las columnas del Ejército de África. Incapaces de mantener una resistencia eficaz, los milicianos se batían en retirada cada vez que se sentían copados por moros y legionarios. La decisión de Franco de desviarse hacia Toledo supuso un parón en su rápido avance hacia Madrid. Esto dio un respiro para los republicanos que tuvieron tiempo para poder organizar la futura defensa de la capital y sobre todo de rearmarse con los nuevos materiales bélicos enviados por la URSS. 

T26 B Modelo 1933 en el Museo de El Goloso en Madrid

Gerda Taro en Toledo

La trayectoria de Robert Capa y Gerda Taro tiene un encanto especial para los amantes de la historia y sobre todo de la fotografía. Su leyenda se ha ido acrecentando a lo largo de los años gracias en parte a sus trabajos durante la guerra civil española. La figura de Taro siempre quedará a la sombra del gran Robert Capa, pero no debemos olvidar que, también gracias a ella, el fotógrafo húngaro cobra mucha más importancia, resultando entre los dos una gran unidad.  

El último defensor del Alcázar de Toledo

Uno de los hechos más desconocidos y olvidados, es el hallazgo del cuerpo del guardia civil Victoriano Sánchez Díaz bajo toneladas de escombros y bloques de piedra de los restos del torreón suroeste, el derribado durante la explosión de la mina el día 18 de septiembre. El cuerpo se descubrió hace 60 años en las tareas de reconstrucción del edificio el día 18 de febrero de 1955. Según el cronista toledano Luis Moreno Nieto, el cuerpo apareció junto a su fusil y las cartucheras puestas. 
Murió aplastado por un bloque de piedra, y el amasijo de hierros y escombros ocultó por completo los restos del guardia civil.

Victoriano Sánchez Díaz (La Actualidad Española nº 164)

Wolfram von Richthofen y la Legión Cóndor

En un apartado referente a la guerra civil española de una vieja colección de libros sobre el III Reich y la II Guerra Mundial (Plaza & Janés, 1967) que guardo desde hace varios años, me fijé en una fotografía que ya habia visto antes y a la cual hasta ahora no había dado importancia. Se trata de una foto bastante desconocida. El pie de foto es clave: ''El barón Von Richthofen, jefe de la Legión Cóndor, en su puesto de mando, frente a Toledo, el 28 de marzo de 1939.''  




El comandante Ristori

Hace unos días investigando en diferentes publicaciones y diarios de época encontré por casualidad una fotografía que no había visto nunca tomada en la barricada de Zocodover donde un grupo de milicianos y guardias de asalto posa junto a un carro blindado modelo Bilbao. En el centro de la fotografía un oficial con gorrillo, trinchas, unos binoculares y la estrella de comandante, destaca del resto del grupo. Se trata del comandante Ambrosio Ristori de la Cuadra.

Comandante Ristori en el centro. Plaza de Zocodover (Diario Ahora)

Los protagonistas: José Moscardó Ituarte

José Moscardó Ituarte nació el 26 de octubre de 1878 en Madrid. Ingresó en la Academia de Infantería de Toledo en 1896 y participó con el Regimiento de Voluntarios del Serrallo en la campaña de Marruecos contra la sublevación de las cavilas del Rif. Obtuvo el ascenso a comandante en 1913 y en el año 1929 fue nombrado director del Colegio de Huérfanos de Toledo con el grado de coronel. 



Luis Moscardó, el hijo del coronel

Sin duda, uno de los hechos con mayor relevancia y polémica en la historia del asedio del Alcázar es lo acontecido con Luis Moscardó Guzmán, hijo del coronel. El joven de 24 años y estudiante en la Escuela de Ayudantes de Obras Públicas se convertirá en uno de los principales protagonistas del asedio. La historia fue generando polémica a medida que pasaban los años y llegaron a escribirse diferentes versiones a partir de la famosa llamada telefónica.