“El pastor sólo conoce tres épocas del palacio, cuya noticia ha llegado hasta él a través de sus abuelos: la época de las monjas, la época de los fantasmas y la época de los condes.
De las monjas dice que se fueron hace muchos años a hacer penitencia a Roma;
de los fantasmas, que los ahuyentó de la casa la Guardia Civil,
y de los condes, que los echó la guerra.”
Izcaray, J. (1937): “Frente a Toledo. El palacio y sus fantasmas”, Estampa, 15 de mayo.
Los restos del Palacio de la Sisla se encuentran en la actualidad en el campo de maniobras de la Academia de Infantería, al sur de la ciudad de Toledo. Ha sido protagonista en los últimos años de numerosos artículos, incluyendo un reportaje especial de Iker Jiménez para el programa Cuarto Milenio.
Toda la comarca fue un paraje natural único con bosques y riachuelos. La historia del edificio, desaparecido a mediados de los años 70, es un vaivén de vicisitudes en su corto periodo de existencia. Construido a principios del siglo XX sobre los cimientos de una antigua ermita y del convento jerónimo de Santa María de la Sisla, hoy solo quedan escombros y algunos muros semiderruidos de lo que fue una preciosa residencia palaciega. Podéis conocer más sobre el lugar en este reportaje de Toledo Olvidado.
Palacio de la Sisla en los años 30. Foto Wunderlich/IPCE. |
El 7 de mayo de 1937 la ofensiva franquista planificada por el general Yagüe avanzó rápidamente por el flanco izquierdo al sur del río Tajo. Las defensas republicanas eran débiles y precarias por lo que la resistencia fue escasa. Los legionarios y regulares llegaron a ocupar el pueblo de Argés y el Palacio de la Sisla, pero el 11 de mayo, durante el contraataque republicano, las fuerzas del comandante Gonzalo Pando expulsarían a los ocupantes del caserón (más información sobre los combates al sur del Tajo aquí).
Uno de los míticos reporteros gráficos de los hermanos Mayo, junto al periodista Jesús Izcaray, realizaron un magnífico artículo publicado en Estampa el 15 de mayo de 1937, pocos días después de la batalla. En las fotografías podemos ver el estado en que quedó la residencia tras los combates y las siglas y mensajes pintados por los combatientes republicanos tras su ocupación. El reportaje indica cómo la posición está batida desde los cerros más altos por lo que los impactos de metralla y bala son constantes.
Estampa, 15 de mayo de 1937. Hemeroteca BNE. |
El 26 de septiembre de 1937 una nueva ofensiva del mando franquista intentó unificar los salientes en zona republicana al sur del río Tajo. El asalto de los legionarios con granadas de mano y mortero reconquistó el Palacio de la Sisla y la Casa de la Legua al norte del pueblo de Cobisa. Las trincheras cambiaron de manos y se fortificó toda la zona de nidos de ametralladora y fortines. Como ya se indicó en otras entradas, la Sisla sirvió como un observatorio privilegiado para las fuerzas de Franco. La visión completa desde sus torreones permitía controlar todo el sur y las posiciones republicanas en Nambroca, Pico Marica, Sierra de Layos y el Pico Noez.
Este periodo bélico marcó el cambio general en el Palacio. Soldados de ambos bandos vivaquearon entre sus estancias y despojaron la belleza del edificio, tanto del interior como del exterior. Tras la guerra, se reconstruyó gran parte de la casa y sus habitaciones, pero jamás llegó a ser lo que fue en su época de esplendor.
Palacio de la Sisla en los años 70. Colección José Luis Isabel. |
Las siguientes fotografías, protagonistas de esta entrada, fueron posiblemente tomadas en los últimos meses de guerra o justo tras su finalización. Están positivadas en papel satinado marca Negtor. El fotógrafo es desconocido y en el reverso escrito a lápiz grafito el número siete. Las imágenes muestran primeros planos de pintadas, ventanas destrozadas, impactos de bala o curiosos elementos arquitectónicos. El estado de abandono es total, con ventanas tapiadas, balcones desvencijados y huellas de combates pasados. Una vez más, estas imágenes del Palacio atraen por su misterio y las extrañas historias que ocurrieron en décadas anteriores.
¡NO PASARÁN! El mítico lema, tomado de las palabras de Dolores Ibárruri en los primeros meses de guerra, pintado en una de las paradas del Palacio entre dos ventanales. Las pintadas se conservaron, incluso después de ocuparlo tropas franquistas hasta el final de la guerra.
Pintada en el Palacio de la Sisla. Colección Toledo GCE. |
La destrucción en el edificio fue casi completa. La artillería y la aviación, además del saqueo por parte de los soldados, acabaron con los cuidados y bellos jardines del exterior.
Destrucción en el Palacio de la Sisla. Colección Toledo GCE. |
Esta fotografía muestra una de las entradas secundarias por la parte sur del edificio. Las esquinas estaban rematadas con dos cubos y torreones almenados. En la imagen podemos ver el efecto de las explosiones que abrieron un agujero en los muros. Tres detalles a resaltar; el relieve de Cristo justo encima de la dovela central del arco adintelado, otra pintada con el mensaje ¡NO PASARÁN! en el cubo del torreón y la falta de techumbre que podemos apreciar entre los barrotes del balcón encima del portón. Otro detalle que nos indica el profesor Carlos Vizuete es el escudo episcopal, con mitra y báculo, justo al lado del agujero y encima de la puerta.
Entrada en la fachada sur del palacio. Colección Toledo GCE. |
Otra fotografía de las dos ventanas y la pintada en la fachada oriental. Una de las ventanas está medio tapiada y en el balcón se puede intuir el interior de las estancias superiores destruidas por las bombas.
Pintada y ventanas tapiadas en la fachada oriental del palacio. Colección Toledo GCE. |
Desde un balcón, el fotógrafo tomó dos instantáneas de algunos curiosos detalles que se conservaban tras la guerra. Un farol colgante de uno de los cubos y una ventana con frontón y una escultura en su tímpano de un soldado con casco y barba.
Farol en el Palacio de la Sisla. Colección Toledo GCE. |
Detalle de una ventana superior en el Palacio de la Sisla. Colección Toledo GCE. |
Las fotografías aéreas de los años cincuenta muestran el cambio total en el terreno tras la destrucción por la guerra y la demolición en los setenta.
Fotografía aérea del Palacio de la Sisla y sus terrenos en los años cincuenta. Fuente IGN. |
Fotografía aérea del Palacio de la Sisla y sus terrenos en la actualidad. Fuente IGN. |
En 2016 tuve la oportunidad de visitar el lugar y tomar estas fotografías de lo poco que queda hoy del Palacio.
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