*EDITADO EN JULIO DE 2021 CON NUEVA INFORMACIÓN AL FINAL.
Desde el inicio de la sublevación militar y la declaración del estado de guerra en Toledo la presencia de soldados y grupos de milicias aumentó día a día. Tras encerrarse Moscardó y sus hombres en el Alcázar, además de familiares y el resto del personal civil, el cerco sobre la vieja fortaleza fue estrechándose. Las barricadas cerraron las calles cercanas donde fuerzas gubernamentales y variopintos grupos de milicias hostigaban a los asediados.
Barricada en la calle Armas / plaza de Zocodover en septiembre de 1936. Colección Vincent Doherty |
El armamento utilizado por los partidarios de la República fue muy heterogéneo desde el comienzo de la guerra. En Toledo, durante los primeros días, las armas más habituales fueron los fusiles Máuser, escopetas y diversas armas cortas. El material bélico individual siempre escaseó y el gobierno comenzó a comprar armas en el extranjero. Posteriormente, la propaganda se encargó de instruir a soldados y milicianos para valorar el armamento como material esencial para la victoria.
Cartel propagandístico del Ministerio de Instrucción Pública. |
El soldado Canuto (La Voz del Combatiente). |
En aquellos días del verano de 1936 un fusil era un bien de gran valor para los milicianos. Cualquier grupo ajeno al ejército que pudiera conseguir armamento para el reparto entre los hombres y mujeres procuraba instruir para el cuidado del material. Muchos personalizaron sus armas para diferenciarlas de las del resto de compañeros y, respecto a esto, hemos encontrado uno de esos detalles curiosos que tanto nos gustan investigar.
En una de las fotografías realizadas en Toledo por Capa y Taro en agosto y septiembre de 1936 aparece un miliciano apuntando con su fusil Mauser desde una barricada de la plaza de Zocodover. En la culata del fusil se aprecia una especie de pegatina blanca con algo escrito, pero la calidad de imagen del International Center of Photography no permite la lectura.
Tras la adquisición y con muchísima mejor calidad el texto es legible. El miliciano, “propietario” del fusil, escribió en el papel adherido a la culata su nombre y lugar de procedencia:
GONZALO HERNÁNDEZ DE MORA DE TOLEDO
Hasta la fecha no hemos podido encontrar más datos de GONZALO HERNÁNDEZ por lo que solicitamos a los lectores que cualquier información que se aporte será bienvenida para añadir a la identificación del “propietario” del fusil.
*****EDICIÓN JULIO 2021:
El 19 de julio de 2021, un familiar identificó al miliciano retratado por Capa y Taro. Se trata de CONSUELO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, natural de Mora de Toledo y fusilado en 1941.
Increible pagina, que tremenda guerra......que bueno que esto se sepa.
ResponderEliminarBuenas noches, interesante manera de rellenar una página.
ResponderEliminarNo obstante, ¿no les gustaría corregirla?
Según el enlace a la biografía de este individuo, actuó en el ayuntamiento de su pueblo, Mora de Toledo, hasta que se incorporó al Ejército Popular de la República a mediados de 1937.
Entonces, una de dos o la foto del conocido fotoperiodista es falsa o se tomaban el asedio como la visita a un parque temático: unos tiros en mi pueblo y otros en Toledo...