La misión del Capitán Alba

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Las falsas noticias que radiaban desde Madrid sobre la toma del Alcázar de Toledo y la imposibilidad de contactar con las fuerzas sublevadas de Mola mediante la radio de la Guardia Civil por falta de fluido eléctrico preocuparon a los defensores, puesto que, nadie acudiría en su ayuda si aceptaban las falsas informaciones del enemigo. Se propuso la peligrosa misión de salir de la fortaleza e intentar conectar con las tropas de Mola al norte en la sierra, presentándose voluntario el capitán Alba.


Radios 

Luis Alba Navas era natural de Málaga e hijo del profesor militar de la Academia de Zaragoza Luis de Alba Clares. En 1936 con 33 años era capitán y profesor de Gimnasia Aplicada y de Natación en la Escuela Central de Gimnasia de Toledo, estaba casado y tenía 4 hijos naciendo el cuarto el mismo 18 de julio. Según algunas versiones, la propuesta de salir y enlazar con las fuerzas de Mola fue del propio capitán Alba y del también capitán Joaquín Agulla Jimenez-Coronado aprobándose la misión.


Capitán Luis Alba Navas

La noche del 25 de julio, vestido con un mono azul, alpargatas, una pistola y el carnet de un miliciano caído cerca de la zona llamado Antonio Gómez, (otras versiones afirman que el carnet era de uno de los conductores que habían traído a las fuerzas de la guardia civil los primeros días y se encontraba como rehén), salió del Alcázar por la zona este, alcanzando y cruzando el río por la zona del Arroyo de la Degollada y volviendo a cruzarlo tras las lineas enemigas, encaminándose hacia Ávila vía Cebreros. Tras recorrer más de 30 km en mitad de la noche entre senderos y caminos, llegó a Burujón donde intentó conseguir un coche para cumplir la misión. Un antiguo asistente suyo le reconoció y sin mala fe este le saludó al grito de ¡mi capitán! levantando sospechas entre los que allí se encontraban y siendo detenido inmediatamente.


»A las veintiuna horas, marchó el capitán señor Alba de la Escuela Central de Gimnasia, con
objeto de establecer contacto con las fuerzas del general Mola en la Sierra de Guadarrama y
explicarle nuestra situación, ignorada en el resto de España, ya que, por causa de la falta de
fluido, no podía funcionar el aparato receptor de la Comandancia de la Guardia Civil, ni había
medio para proporcionar dicho fluido con los elementos del Alcázar, a pesar de haberse puesto a
contribución el mejor esfuerzo para lograrla.»
25 Julio 1936 Diario de Operaciones


En su traslado dirección a Toledo (otras fuentes dicen que lo trasladaban a Torrijos) el vehículo estuvo a punto de chocar contra un camión saliéndose de la carretera. Se decidió fusilarle allí mismo, junto a la Venta del Hoyo a unos 7 km de Toledo el día 26 de julio. El cadáver estuvo allí hasta el día 28, siendo recogido por una camioneta y llevado a la Fábrica de Armas donde su tío, el médico Mariano Alba, reconoció el cuerpo. De Toledo fue trasladado a Madrid donde los restos fueron enterrados en el cementerio de Carabanchel. Después de la guerra, su viuda pudo recuperar el cuerpo y ser enterrado en el panteón familiar del Cementerio Municipal.





La Venta del Hoyo fundada en 1916, actualmente abandonada y prácticamente derruida, albergaba un balneario con un manantial del que se decía que sus aguas eran buenas para la diabetes. Disponía de pensión, restaurante, capilla, y baños. La Venta embotellaba su propia agua y las vendía por todo el territorio nacional y contando los fines de semana con visitas de las mas altas personalidades toledanas. Varias versiones afirman que el cierre de la venta fue debido a la sequía del manantial o debido al descubrimiento que las aguas no tenían el ''poder'' curativo que anunciaban.



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