Entre las miles y miles de fotografías realizadas durante el periodo bélico en España, y más en concreto en la ciudad de Toledo, podemos diferenciar entre las pertenecientes a los informadores gráficos de la época y las que fueron tomadas por soldados o personal civil que portaban una cámara como aficionados a la fotografía. No es desconocido el caso de los miembros de la Legión Cóndor alemana y del Corpo Truppe Volontarie italiano que durante su estancia en España realizaron fotografías y crearon álbumes personales como recuerdo de su paso por la guerra española. En este blog ya estudiamos varios casos muy interesantes (pinchar aquí).
Una vez más, gracias a una de estas imágenes de fotógrafos anónimos, hemos podido estudiar un elemento arquitectónico efímero en la misma Plaza de Zocodover. Se trata de un refugio antiaéreo habilitado entre las ruinas de las viviendas que estaban situadas en la parte este de la plaza, junto al Arco de la Sangre. La manzana de edificios ardió por completo en las jornadas del 22 y 23 de julio de 1936 durante los primeros bombardeos en el asedio del Alcázar. En la actualidad, dentro de los soportales y en el mismo lugar, se encuentra el conocido local Ñaca Ñaca.
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El autor era un soldado alemán que pertenecía a las tropas de la Legión Cóndor. La fotografía posiblemente fue realizada entre enero y marzo de 1939 ya que otras instantáneas del álbum (que mostraremos en próximos artículos) pertenecen a la Ofensiva Final por el sur de Toledo y el desfile de la Victoria en Madrid. En estas fechas la concentración de tropas españolas y extranjeras en la ciudad era muy elevada por la cercanía de los últimos combates de la guerra. La foto está positivada en papel mate de la marca alemana Leonar, una de las más importantes en los años 30 y 40.
Un niño parece posar para el fotógrafo ante las ruinas y, a su alrededor, varios hombres se encuentran ajenos a la escena. Las columnas de los anteriores soportales, un par de carros tirados por animales y un camión completan la composición. La entrada del refugio está construida con viejos sillares que sirven de protección. Desconocemos el tamaño del habitáculo, su capacidad y la localización exacta bajo las ruinas, pero es probable que se reutilizara alguno de los sótanos de los locales ya existentes antes de la guerra.
Los refugios antiaéreos conocidos en Toledo fueron habilitados en sótanos particulares de viviendas y locales, además de los que se encontraban en los bajos de Hacienda, el Palacio Arzobispal y el construido en la Fábrica de Armas. En septiembre de 1937 se organizó el Servicio de Abrigos y Refugios que establecía y controlaba los locales y espacios destinados a refugios.
Bombardeo republicano sobre Toledo. |
Tras el asedio del Alcázar, las incursiones aéreas republicanas cobraron mayor protagonismo y el nuevo gobierno municipal establecido por las fuerzas franquistas fijó toques de queda y el sonar de campanas como alarma antiaérea que ponía en alerta a la población civil. Este “método” fue sustituido por sirenas en 1937. Es durante este año cuando los bombardeos y la artillería republicana causaron más daño sobre la ciudad, reduciéndose los ataques en 1938 por la débil situación que atravesaban las FARE en estas fechas.
En otras fotografías se ha podido confirmar la entrada del refugio de Zocodover, detalle que hasta ahora había pasado por alto.
Plaza de Zocodover (1939-1940). |
Otra vista de la plaza de Zocodover (1939 - 1940). |
Detalle de la entrada del refugio en la plaza de Zocodover. |
En 1941, durante las tareas de desescombro y rehabilitación llevadas a cabo por la Dirección General de Regiones Devastadas, aparecieron los restos de una vieja muralla con sillares romanos y fragmentos de otras épocas. El ilustre Pedro Román Martínez realizó un informe arqueológico y en un artículo del nº 59 de la revista Toletum analizó los restos de manera detallada incluyendo algunas fotografías donde se pueden apreciar la muralla, los sillares y espacios que posiblemente fueron los utilizados para el refugio antiaéreo.
La Dirección General de Regiones Devastadas reconstruyó el edificio de Zocodover con un proyecto del arquitecto Arístides Fernández Vallespín. En esta nueva construcción, que respetó estéticamente la desaparecida en 1936, se situó el Gobierno Civil, locales, viviendas y una Oficina de Turismo.
Obras de reconstrucción en la plaza de Zocodover. Años 40. Foto Wünderlich. |
Para finalizar, os dejo una vista de la plaza de Zocodover poco antes de la Guerra Civil donde se observan los numerosos locales comerciales, además de la cartelería publicitaria de la época.
Plaza de Zocodover poco antes de la Guerra Civil. |
Para saber más: