Las imágenes en vídeo de la Hearst Metrotone News que fueron digitalizadas a disposición de todos los usuarios por la Universidad de California y Televisión Archive, además de la cesión a la RABACHT, resultaron ser una fuente de información documental increíble. Además de poder visualizar escenas que en muchas ocasiones no se conocían, ya que no fueron publicadas en los noticiarios originales, la documentación audiovisual ha permitido identificar personajes que gracias a la calidad y nitidez del material antes resultaba imposible.
En este caso se trata de uno de los corresponsales alemanes que visitaron los frentes de España durante la guerra y llegaron a Toledo, junto a una decena más, en septiembre de 1936. Entre todos los periodistas y reporteros gráficos que llegaron a la Península, Hans-Georg von Studnitz era uno de los más desconocidos hasta la fecha en nuestro país, aunque su trayectoria profesional es tan increíble que es digna de llevarse a la gran pantalla.
H.G. von Studnitz abriéndose paso entre Franco, Varela, Moscardó y demás oficiales para tomar una fotografía con su cámara Leica I en la cuesta de San Justo el 29 de septiembre de 1936. Fuente HMN. |
Breves apuntes biográficos
Hans-Georg von Studnitz nació en Potsdam en 1907 en el seno de una familia noble. Su padre era el capitán Thassilo von Studnitz y su madre Anna Maria Schinckel, hija del banquero de Hamburgo Max von Schinckel, socio del Norddeutsche Bank. Es en este mismo banco donde Studnitz comenzó su aprendizaje para trabajar luego en el Banco de Chile y Alemania en Valparaíso en los años 20. En 1926 fue empleado comercial de la compañía de transporte Hapag en Buenos Aires, Nueva York y Berlín. En 1931 fue despedido y comenzó a trabajar como periodista gracias a los contactos de su familia con Alfred Hugenberg, empresario de medios de comunicación y encargado del imperio periodístico de la Scherl Verlag (principal empresa periodística en Alemania). Comenzó a trabajar en Der Tag y como corresponsal en el extranjero de los periódicos de la Scherl, principalmente del diario Berliner Lokal-Anzeiger, en ciudades como Londres, Roma, Viena, Madrid o en países de Oriente Medio y la India donde entrevistó a Gandhi y Nehru en 1937. En 1933 Studnitz se unió al NSDAP (Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores alemanes) y posteriormente en la Segunda Guerra Mundial ejerció como asesor en el departamento de propaganda del Ministerio de Asuntos Exteriores junto a J. von Ribbentrop. En el periodo bélico fue responsable de las revistas Berlín-Roma-Tokio y Anti-Comintern. Tras la guerra ejerció su labor profesional en Christ und Welt, Die Zeit, donde informó de los Juicios de Núremberg, y en 1949 dirigió el Hamburger Allgemeine Zeitung. En los años 50 fue redactor jefe de Foreign Policy y Hamburger Anzeiger, además de jefe de prensa de Lutfthansa. En 1966 recibió el premio Heinrich von Kleist de la BdV, la Asociación de Expulsados alemana. Falleció un mes antes de cumplir los 86 años en la ciudad de Rimsting en 1993. Su legado, aparte de miles de artículos en prensa, fueron dos libros de memorias Seitensprünge. Erlebnisse und Begegnungen 1907-1970 y While Berlin burns (diario personal entre 1943 y 1945).
Según sus propias palabras: «Tal vez hubiera preferido vivir en un siglo menos bárbaro si una época de costumbre me hubiera llevado más lejos». En palabras de su hijo: «Mi padre, como se dice en alemán, “estaba bailando en dos fiestas de boda”. Una mitad de él participaba en la vida social de donde provenía: la aristocracia. La otra mitad se escapaba buscando algo más» (A. von Studnitz, While Berlin Burns).
Gandhi y von Studnitz en junio de 1937. Fuente: Seitensprünge. |
El periplo en España y su trabajo ha sido posible estudiarlo gracias a sus memorias y la aportación de otros datos de interés que su familia ha facilitado.
Tras la sublevación militar se dirigió hacia España por avión para cubrir los acontecimientos como corresponsal del Berliner Lokal-Anzeiger. Recorrió durante la segunda semana de agosto de 1936 el frente de Gredos trabajando en Ávila y Burgos. A finales de agosto se entrevistó con el embajador alemán en Paris J. B. von Welczeck. Antes de cruzar la frontera de nuevo se estableció inicialmente en un hotel de Hendaya donde podía observar el puente de Irún y los cientos de refugiados que huían. Desde ese hotel se enviaban las crónicas vía telefónica a las redacciones de medio mundo por parte de los periodistas que allí trabajaban como Sefton Delmer, Ward Price, Pembroke Stephens, Christopher Holmes, Richard Massock, Reynolds Packard, el locutor de radio Kaltenborn, H. Knickerbocker, Roland Strunk y Hermann Fiddickow. Studnitz indica que los periódicos alemanes competían entre sí, pero ellos tenían una gran camaradería ayudándose con los artículos y en tramitar las tarjetas de identificación obligatorias. Su salvoconducto de la Junta de Defensa Nacional, firmado en Burgos por el coronel de Estado Mayor Federico Montaner, le permitió cruzar a España por Irún el 12 de septiembre de 1936. Con Fiddickow mantuvo gran amistad y fue con quien alquiló un coche para viajar juntos y pagar alojamientos a medias sin hacer gastos extras. Para trasladarse de un punto a otro utilizaban viejas y desactualizadas guías turísticas Baedeker o Michelín, ya que las informaciones del mando militar no eran fiables del todo y podían atravesar las líneas enemigas con bastante facilidad.
Junto al general Miguel Cabanellas en Burgos, 1936. Fuente: Seitensprünge. |
En Talavera de la Reina, una vez ocupada por la columna Madrid, se había establecido una oficina de prensa donde los corresponsales seguían las informaciones del avance franquista hasta Toledo. Es aquí donde su relato sobre el final del asedio y la toma de la Ciudad Imperial demuestra cómo fueron aquellas horas para los periodistas y su manera de trabajar. Además, su escrito se corresponde a la perfección con las imágenes donde aparece él en las ruinas del Alcázar y sus inmediaciones. El 29 de septiembre recibieron el permiso para poder entrar en Toledo después de acabar con el cerco las fuerzas del general Varela. Studnitz relata que todavía se oyen detonaciones y ametralladoras por el centro. Son los combates contra los focos de resistencia republicanos en el Seminario y la residencia de los Maristas.
«Nos abrimos paso hacia el castillo. Entre los cadáveres de mulas, entre proyectiles sin explotar y hierro doblado, llegamos al patio principal, en el que aún quedan en pie algunas columnas». H.G. von Studnitz.
En el patio entrevistaron a los sobrevivientes del asedio y Studnitz fotografió con su cámara mientras esperaban la llegada del general Franco junto al resto de corresponsales acompañados por el capitán Luis Bolín y Gonzalo de Aguilera.
«El momento que nadie había esperado vivir se hace realidad. El libertador se aproxima, señales de cuerno suenan, guardias anuncian que Franco ha llegado. Ágil y juvenil, el generalísimo cierra en sus brazos a Moscardó. En los rostros de los defensores, marcados por el sufrimiento y las privaciones, se asoman lágrimas».
H.G. von Studnitz con boina negra subiendo entre los escombros de la fachada oeste hasta el patio del Alcázar el 29 de septiembre de 1936. Fuente HMN. |
En sus memorias, relata cómo envió sus despachos a Alemania ese mismo día para que se publicaran lo antes posible. Tras estar en Toledo entrevistando a los defensores y al propio Franco, además de tomar fotografías, aquella misma noche regresaron a Talavera de la Reina. Allí solicitaron salvoconductos militares para cruzar la frontera hacia Francia. A medianoche del 29 al 30 de septiembre de septiembre, los dos alemanes partieron en un viejo Graham-Paige; uno conducía mientras el otro dormía y se alternaban cada 200 km. Al día siguiente, llegaron a Hendaya alrededor de las diez de la mañana y, seis horas después, Studnitz había redactado todo el material informativo y se había puesto en contacto con la redacción en Berlín. Tras apenas una hora de sueño, la empresa editora Scherl le comunicó que el diario Berliner Lokal-Anzeiger estaba preparando un especial sobre la liberación del Alcázar y que debía entregar treinta páginas con fecha límite del 2 de octubre. Esa misma noche, el 30 de septiembre, tenía todo listo y lo envió para su publicación el 4 de octubre.
Entrevista a un guardia civil defensor del Alcázar frente al Hospital Tavera. Fuente HMN. |
Entrevista a un guardia civil defensor del Alcázar frente al Hospital Tavera. Fuente HMN. |
Tomando fotografías frente al Hospital Tavera. Fuente HMN. |
De igual manera, Studnitz y su profesión tiene otros datos interesantes relacionados con Toledo. Durante su labor como periodista indica que los oficiales de prensa encargados de controlar los movimientos a su grupo de corresponsales fueron el capitán Gonzalo de Aguilera Munro (como se puede ver en el listado manuscrito por el oficial donde aparece von Studnitz entre otros) y Guillermo Pelizaeus y Lantz, alemán de nacimiento y casado con Consuelo de Cubas y Erice, quienes eran los condes del Palacio de la Sisla, y posteriormente él como duque de Tetuán y concejal del ayuntamiento de Madrid. Años antes de la guerra, Pelizaeus fue retratado por Otto Wunderlich en el Palacio de la Sisla, que acabaría muy dañado después de la contienda (leer aquí).
El señor Pelizaeus con su perro en la entrada principal al palacio de la Sisla. Foto Wunderlich (IPCE). |
Sin embargo, las fotografías que realizó aquel día en Toledo no tienen su firma y es por eso por lo que hasta la fecha no se habían identificado. En el repositorio digital de SZ Photo se ha podido comprobar un grupo extenso de imágenes con los créditos de Scherl Verlag (la empresa editora para la que trabajaba él), y estoy convencido que fueron realizadas por Studnitz. Son imágenes que ya vimos años atrás, aunque el autor era desconocido (leer aquí). Os dejo algunas para visualizar el trabajo del periodista en las ruinas del Alcázar, además que también tiene de Talavera, Algeciras en 1937 y las más reconocidas fueron en Guadalajara ese mismo año.
Como se aprecia en la primera fotografía de esta entrada, Studnitz acompañó a Franco, Varela, y Moscardó, junto con todos los defensores y demás oficiales del Ejército, durante su recorrido por las calles de Toledo. En un momento dado, como se observa en el vídeo, el alemán se adelantó a la comitiva y realizó un retrato de los tres militares, el cual se conserva en la colección de Scherl en SZ Photo.
Durante el otoño de 1936, Studnitz regresó a Toledo alojándose en el Hotel Castilla desde donde partían a diario al frente por el norte de la provincia para cubrir el avance hasta las puertas de Madrid. En la misma Ciudad Imperial conoció las noticias del frente de Málaga en 1937 y decidió trasladarse al sur de la Península para regresar a Alemania ese mismo año después de la batalla de Guadalajara, donde realizó un importante reportaje gráfico, aunque no pudo publicar su trabajo por censurarse tras la derrota militar sublevada.
H.G. von Studnitz se suma a la larga relación de periodistas y fotógrafos que ejercieron su labor profesional en España y en concreto en Toledo en 1936.