El Batallón de Voluntarios de Toledo en el sur del Tajo (1936-1937)

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La Guerra Civil no finalizó el 28 de septiembre de 1936 en la ciudad de Toledo después del asedio del Alcázar. Las tropas republicanas, a pesar de estar en desventaja moral y ante una enorme desorganización tras su retirada, quedaron establecidas al este y sur del río Tajo. En algunos puntos con posiciones muy cerca de la ciudad, en la zona de los cigarrales y el campamento de Alijares. A través del diario de operaciones del Batallón de Voluntarios de Toledo, y las últimas investigaciones en este ámbito gracias a intervenciones arqueológicas, veamos algunas fotografías interesantes y cómo fueron esos meses de octubre de 1936 a mayo de 1937, cuando se produjo la ofensiva franquista en la cabeza de puente de Toledo y cambió todo el frente por completo.

Fotógrafo en la ermita de Santa María de la Cabeza al sur de Toledo. Foto Alamy.

En 2009, el proyecto Estudio del paisaje cultural de Toledo: Los Cigarrales analizó los materiales y las diferentes estructuras, así como las transformaciones del entorno, que se encontraban al sur de Toledo relacionadas con el periodo 1936-1939. A partir de este estudio se abrió un campo de investigación enorme que ha recuperado para la memoria colectiva los hechos acontecidos en estos espacios, y que durante años habían quedado relegados a un segundo plano. Recientemente, las obras El Frente sur del Tajo. Operaciones militares durante la GCE en la provincia de Toledo 1936-1939 (2021), Sin lustre, sin gloria: Toledo y Guadalajara, frentes olvidados de la Guerra Civil (2023) y Cicatrices en el paisaje: la fortificación de campaña y su evidencia arqueológica en la provincia de Toledo (2023) entre otros han aportado datos sobre las actuaciones bélicas, además del análisis de material, las fortificaciones y recoger testimonios sobre la vida cotidiana de soldados y población civil.

Cartel de reclamo en la plaza de Zocodover del Batallón de Voluntarios de Toledo en 1936. SZ Photo.

Entorno al sur de Toledo: Cigarral de Malpán, Cigarral de Villamarta, ermita de la Bastida, ermita de la Guía, campamento de Alijares, Casa de la Legua.....Fuente IGN. 

Después de retirarse al sur del río Tajo, las fuerzas republicanas de la columna Burillo y Uribarri estaban distribuidas en diferentes localidades como Ajofrín, Orgaz, Mora, Los Yébenes, Aranjuez, estación de Algodor, Burguillos, Nambroca y el campamento de Alijares y varios grupos en Azucaica y Mocejón al norte del río. Sumaban un total de 5255 hombres entre infantería y artilleros con piezas de 75, 105 y 155 a fecha 7 de octubre de 1936. Son unidades variopintas de la Guardia Nacional Republicana, Voluntarios de Jaén, Voluntarios de Murcia, Batallón Thaelmann, Batallón Dimitroff, compañías de los Regimientos León, Wad-Ras, Otumba, etc. Por otro lado, la situación al norte de Toledo tenía peor pinta para lo gubernamentales bajo las órdenes del teniente coronel Arturo Mena con Voluntarios de Cuenca, columna Uribe-Palacios, 5º Regimiento, el batallón Nosotros y la motorizada entre otros elementos en Olías del Rey, Villaluenga y Cabañas de la Sagra.

Estación de ferrocarril en septiembre-octubre de 1936. Fotograma de HMN. 

En Olías del Rey (del teniente Castillo) los boletines de la UGT indican que se produjeron varios actos de indisciplina tras la retirada de Toledo por parte de la columna Tierra y Libertad. Los milicianos anarquistas se negaban a defender a los socialistas después de recibir órdenes de tomar varios puntos elevados. Ante tal negativa y afirmar que solo recibían órdenes de su comité, los efectivos se retiraron hacia Cabañas de la Sagra con el material que tenían en su poder. El enfado de Mena con estos fue bastante sonado, quien añadía «que lo que se defiende es la revolución y no a un partido determinado».

Miembros de la Brigada Motorizada del 5º Regimiento en Cabañas de la Sagra en la carretera de Toledo-Madrid en octubre de 1936. Fotograma de HMN.

Los partes de la CNT reflejan que la desorganización a finales de septiembre e inicios de octubre es generalizada, ya que la aviación gubernamental bombardea al enemigo, pero la infantería no actúa y se retira. EL 5 de octubre la CNT informa que 180 hombres del batallón Moscú del 5º Regimiento han decidido marcharse a Madrid, aunque previamente se les ordenó entregar el armamento. 

A pesar de todo, los republicanos se reorganizaron y contraatacaron sobre Toledo para intentar recuperar la ciudad y el terreno perdido. Ya vimos hace unos años que este contraataque se produjo en varias jornadas a principios de octubre de 1936 y que no tuvo el efecto esperado (aquí). Las órdenes del general Asensio Torrado buscaban estrechar el cerco sobre Toledo y evitar que el enemigo siguiera su avance y alcanzara vías de comunicación hacia Aranjuez y el ferrocarril Madrid-Alcázar. La idea era aproximarse a Toledo y cortar las comunicaciones de los franquistas con Torrijos. Posiciones de partida:

*Columna Frente Toledo (teniente coronel Arturo Mena): Río Guadarrama, estación de Bargas, Olías del Rey y Magán. 

*Columna Frente Tajo (teniente coronel Ricardo Burillo): Mocejón, arroyo Valdecaba hasta carretera de Nambroca-Almonacid. Además, en flanco izquierdo Argés, Cobisa, Burguillos y Nambroca. A esta columna se añaden las agrupaciones de Bernal y Uribarri. 

Posición frente a Toledo en las cercanías del barrio de San Blas (actual Academia de Infantería y residencia de Alijares). Cordon Press.

La reanudación del avance hacia Madrid por parte de los franquistas se produce el 17 de octubre de 1936, hechos que también analizamos en su día (aquí). Las unidades republicanas en el campamento de Alijares recibieron el primer envite y se retiraron hasta Nambroca completamente desorganizados por orden del comandante Germán Madroñero. En la retirada abandonaron material y heridos que «quedaron en poder del enemigo por no tener ambulancias para transportarlos». Uno de estos «desaparecidos» aquella jornada era Alfredo Pérez Navarro del Regimiento de Infantería nº 9, natural de Requena de 23 años. Su familia nunca tuvo noticias sobre él, salvo la notificación como desaparecido aquel día en Alijares. Probablemente acabó enterrado en el cementerio de Toledo, donde también aquellos días eran inhumados soldados franquistas y los ejecutados en la ciudad en el tramo 42.

Otro caído aquellos días fue Medina, cronista de la Tercera Bandera de Falange de Cáceres, quien asaltó el campamento de Alijares el día 17 y falleció posteriormente a causa de las heridas. Dos días antes habían avanzado hasta la ermita de la Guía donde encontraron a la virgen «en un montón de basura».

Comandancia General de Milicias: Alfredo Pérez Navarro (1936). Familia Carrascosa.

Las posiciones republicanas que quedaron establecidas al sur de Toledo estaban relativamente muy cerca de la ciudad. El 11 de octubre un grupo de aviones Heinkel procedente de Talavera bombardeó una pequeña concentración de fuerzas en las tapias de los cigarrales.

Por parte de los franquistas, que fijaron avanzadillas a pocos metros del puente de San Martín, ubicaron ametralladoras y observatorios en puntos elevados como la ermita de la Virgen de la Cabeza. Esta posición fue visitada por periodistas alemanes como Eduard Foertsch, quien fotografió el lugar con su cámara Leica desde varias perspectivas. La segunda imagen es de autor desconocido y se corresponde al mismo lugar en las posiciones de la ermita. El reportero que sujeta su cámara podría ser por sus rasgos físicos el toledano Pepe Rodríguez, del conocido estudio Casa Rodríguez. Añado una fotografía de la familia donde Pepe está de pie y es el segundo por la derecha. 

Puesto avanzado en la ermita de Santa María de la Cabeza en octubre de 1936. Foto familia Eduard Foertsch. 

El reportero gráfico Pepe Rodríguez en la posición de la ermita de Santa María de la Cabeza de Toledo. 

Establecimiento Fotográfico Rodríguez. Grupo Formado por Luis Rodríguez, Faustino Gómez y Pepe Rodríguez (de pie), Pablo Rodríguez, Mari (la cajera) y el «africano» (sentados), 2 militares y 2 muchachos empleados. Archivo Histórico Provincial de Toledo, Fondo Rodríguez. 

El Batallón de Voluntarios de Toledo se organizó tras la finalización del asedio del Alcázar con el comandante Félix Gutiérrez Cano como jefe y con sede en el palacio de la calle Santo Tomé, nº 29 (posiblemente el Palacio de Fuensalida con acceso desde esa calle). Durante los meses de octubre y noviembre de 1936 se crearon las diferentes compañías del nuevo batallón, que a partir de diciembre fueron distribuidas por el frente toledano. El 4 de diciembre de 1936 la 4ª Cía. se trasladaba hasta el campamento de Alijares para realizar tareas de fortificación y el día 10, la 2ª y 3ª compañías, al Cigarral de Malpán (actualmente en las cercanías de Bastida-La Olivilla-Cigarral El Bosque) y Cigarral de Villamarta, para sustituir al Bon. de Infantería de Argel. El 30 de diciembre la 5ª Cía. reforzó las posiciones de Malpán y la 2ª marchó a Alijares para cubrir el sector este.




En diciembre todavía parece que el frente estaba bastante tranquilo. Tanto es así que incluso el periodista Isidro Corbinos, acompañado del reportero Manzano, llegó sin problema desde Cobisa hasta pocos kilómetros de Toledo (leer aquí). 

Sin embargo, a partir de enero 1937 la actividad bélica comenzó a destacar en el diario de operaciones del Bon. de Voluntarios (reseño algunos días clave para hacernos una idea de esta actividad hasta mayo de 1937):

-       8 de enero: la 2ª Cía. informó del movimiento de grupos enemigos a pocos metros de su posición en el cigarral de Villamarta, por lo que se realizaron disparos sueltos y los republicanos contestaron al fuego. 

-       9 de enero: las fuerzas gubernamentales colocaron una bandera a 1km. aproximadamente frente a la 2ª Cía. en Villamarta. La 4ª Cía. en Alijares recibió fuerte tiroteo por parte de tropas enemigas llegadas desde la Cuesta de las Nieves y posteriormente de la Casa de la Legua.

    13 de enero: ataque con fusiles y armas automáticas en Malpán sobre las 19 horas con una duración de media hora y unos dos mil cartuchos disparados. 

-       14 de enero: acción de media hora contra las fuerzas ubicadas en el cigarral de Villamarta también a las 19 horas. 

-     20 de enero: seis milicianos consiguen pasar la línea defensiva y se entregan a la 2ª Cía. en Malpán informando del gran daño hecho a las milicias en el combate del día 14 de enero. 

-     21 y 22 de enero: se rectificó la línea ocupándose la ermita del Ángel y un puesto en la carretera a San Bernardo. Por parte de 43 individuos de la 2ª Cía. en el cigarral de Villamarta se realizó una incursión hasta el cigarral de Salvador Madariaga donde se colocó una bandera. 

-       24 enero: deserción de un sargento y un soldado de la 5ª Cía. en el campamento de Alijares. 

-       El 31 de enero se producía un ataque simultáneo en el sector de Alijares sobre las 16 horas y a las 17:30 contra la 2ª y 5ª Cías. en el sector de Malpán, además de las fuerzas presentes de Bailén y Requetés que sufrieron nutrido fuego de fusilería, cañón y armas automáticas. En Alijares, el ataque principal se produjo por parte de un escuadrón de Caballería enemiga que alcanzó las posiciones avanzadas. El enemigo se reforzó en la Casa de las Nieves y Casa de la Legua donde el ataque «tomó mayor incremento».

     9 de febrero: desde las posiciones republicanas llegó un perro hasta las posiciones avanzadas con prensa marxista y una nota firmada por un soldado del Batallón de Acero. El animal fue devuelto de igual manera al enemigo con prensa de la zona sublevada y una nota escrita. 

-    20 de febrero: dos bombardeos por parte de trimotores republicanos en el sector de Malpán. Las baterías antiaéreas pusieron en fuga a los aviones y el capitán de la 2ª Cía. creyó que uno de ellos fue abatido. El diario El Alcázar confirmaba el derribo de uno de estos aviones en zona republicana y otro averiado que aterrizó de emergencia tras las líneas.

-   24 de febrero: la observación acusa la construcción por parte de los republicanos de trincheras y posiciones para ubicar piezas de artillería para batir la Fábrica de Armas. 

-    22 de marzo: incursión sobre las posiciones republicanas cerca de la ermita de la Bastida.

-  10 de abril: tropas de la 4ª Cía. capturaron a un miliciano en el sector de Malpán. Información que notificó El Alcázar al día siguiente.



El 19 de abril de 1937 se produjo un intenso bombardeo artillero sobre la Fábrica de Armas que fue un detonante más para producirse la ampliación de la cabeza de puente de Toledo el 7 de mayo (sobre el bombardeo y la ampliación podéis encontrar más en la tesis de Ruiz Casero (2021).

El 7 de mayo de 1937, el diario del Batallón de Voluntarios indica el avance general de las fuerzas franquistas hacia el sur describiendo su apoyo desde las posiciones de la ermita de la Guía, Santa María de la Cabeza y Cerro Cortado. En el sector de Alijares se pasó un brigada republicano procedente de La Sisla que fue conducido hasta Toledo para su interrogatorio.

A partir de esta fecha las posiciones al sur del Tajo sufren variaciones hasta estabilizarse el frente, aunque durante los siguientes años los golpes de mano fueron constantes. En marzo de 1939 ya sabemos que se produjo la rotura de todo el frente con la Ofensiva final y la ocupación de todo el territorio al sur de la provincia de Toledo que marcó el final de la guerra. 

 

El fotógrafo Adolfo de Torres durante los asaltos contra el Alcázar de Toledo (1936)

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En septiembre de 1936 se produjo un cambio de estrategia por parte gubernamental contra el Alcázar de Toledo y sus defensores, quienes resistían el sitio desde el 21 de julio. El mando militar había recaído en el general José Asensio Torrado y en la ciudad, al frente de los sitiadores, se encontraba desde mediados de mes el teniente coronel José Barceló. La mina estalló bajo los muros de la fortaleza el 18 de septiembre y, aunque la destrucción del viejo edificio afectó a los frentes oeste y sur, el posterior asalto no tuvo los efectos deseados por parte de los republicanos.

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Esos días de septiembre la ciudad era un completo campo de batalla alrededor del Alcázar. Los periodistas y reporteros gráficos acudían a diario para conseguir las mejores fotografías y captar la posible toma del palacio de Carlos V. Uno de estos fotógrafos es Adolfo Torres Barrionuevo, un reportero poco reconocido y que su paso por la ciudad es mas bien anecdótico debido a la falta de documentación y material gráfico.

Sus apuntes biográficos fueron detallados por el fotoperiodista Antonio Jesús González, quien en 2021 publicó un artículo para Diario Córdoba con una investigación muy completa sobre su figura. Os dejo algunos datos para tener una idea de la trayectoria del fotógrafo. Adolfo Torres Barrionuevo (1891-1957) era natural de Córdoba, y durante la Gran Guerra llegó a combatir en los frentes de Francia como voluntario en la Legión Extranjera. A partir de los años 20 trabajaba como fotógrafo para diferentes diarios y semanarios cordobeses como La Voz, Actualidad, Renovación y Diario de Córdoba. En mayo de 1923 recibió el primer premio en la Exposición de Arte y Concurso de Fotografía durante la feria de Córdoba. En el periódico Diario de Córdoba donde destacaron sus fotografías en portada sobre la proclamación de la Segunda República en 1931.

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La Voz (Córdoba),16/04/1936.

En 1935 se encontraba en Madrid como miembro de la expedición del Ártabro al Amazonas, aunque finalmente el viaje se suspendió por motivos políticos y económicos. En la capital ejercía su profesión de reportero para publicaciones como ABC, Ahora y El Socialista, tal y como hemos confirmado en diferentes fechas y bajo la firma Foto Torres.

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Retrato de Adolfo Torres Barrionuevo (Diario Córdoba).

En julio de 1936 fotografió el entierro de Calvo Sotelo, momento en el que tuvo problemas con el capitán de Asalto Ángel Ramírez, destinado en la comisaría del Congreso. El 28 de julio fue detenido y la policía registró su domicilio acusado por el capitán de «confusionista», aunque ese mismo día obtuvo la libertad. En mayo de 1937 fue detenido otra vez y conducido a la Dirección General de Seguridad donde declaró no haber estado afiliado nunca a Falange Española y que los problemas con el capitán Ramírez se habían producido antes de iniciarse la sublevación militar y sin tener relación con esta. En su juicio testificaron a su favor numerosas personas, como los reporteros José González Guillén y Alfonso Sánchez Portela, además del redactor de El Socialista, Aniceto García Fernández, quienes dieron buenas impresiones de su trabajo y adhesión a la República. El 13 de julio de 1937 quedó absuelto de las acusaciones y fue puesto en libertad. En su ficha de filiación como fotógrafo de la Junta de Defensa de febrero de 1937 consta que trabaja para este último periódico, y «posee licencia y chapa nº 39 de la Unión de Informadores Gráficos».

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Ficha de filiación de fotógrafo de Adolfo Torres Barrionuevo de la Junta Delegada de Defensa de Madrid de 1937 (PARES).

Se han localizado cuatro copias positivas de Adolfo Torres realizadas en Toledo el 20 de septiembre, aunque es evidente que tomó más. Estas llevan al dorso la información manuscrita por el autor, además de un sello en tinta roja con el indicativo «A. de Torres». A pesar de que el reportero firmaba de manera habitual en los diarios como Foto Torres, gracias a su firma personal como A. de Torres en la ficha de filiación y otros documentos he podido identificar estas copias como de su autoría.

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Información al dorso de una fotografía de Adolfo Torres con su sello comercial (PARES).

El 20 de septiembre, el polaco «Chim» y Torres se encontraban juntos en Toledo y fotografiaron el mismo momento en la calle Comercio,  donde tomaron una imagen de grupo de los miembros del Regimiento Pasionaria-Bon. nº 13. Se puede comprobar en las personas retratadas y sus gestos, que cambian muy poco entre una imagen y otra e indica que se realizaron prácticamente a la vez. 

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Miembros del Regimiento Pasionaria en la calle Comercio el 20 de septiembre de 1936. Foto Chim y Foto A. de Torres (ICP / PARES). 

Las otras fotografías forman parte del asalto por la conocida cuesta del Alcázar. Torres, situado en la esquina de la plaza de Zocodover, capturó el avance de los milicianos y guardias de asalto por los escombros.

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Milicias al asalto entre los escombros de la plaza de Zocodover. Foto A. de Torres. 

Según la secuencia los asaltantes avanzaron poco a poco buscando posiciones para cubrirse hasta llegar al parapeto bajo el túnel del Simplón y subir rápidamente por la cuesta. Según la información al dorso, Torres fotografió cómo varios de los milicianos cargan con sillas de mimbre de las terrazas de los cafés para lanzarlas como combustible a los locales interiores del túnel, pertenecientes al Alcázar, y que ya están ardiendo según comprobamos por el humo.

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Barricada con escombros y otros materiales en la cuesta del Alcázar, junto al Simplón y los restos del Hotel Imperial. Foto A. de Torres. 

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Milicianos avanzando por la cuesta del Alcázar y cargando sillas para lanzar a los locales inferiores que están ardiendo. Foto A. de Torres.

Sin embargo, aquel día 20 se encontraban más fotoperiodistas en aquella posición, además de los operadores de cámara de los noticieros. Estas semanas, la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo está poniendo a disposición del público los vídeos originales de la Hearst Metrotone News conservados en la UCLA. Aunque hace un año ya estaban accesibles en el repositorio de la universidad norteamericana, se agradece la disposición en la plataforma Youtube para su fácil visualización por parte de la Real Academia: 

Enlacehttps://www.youtube.com/@realacademiatoledo 

Estas imágenes corresponden al asalto posterior a la mina el 18 de septiembre, aunque a partir del minuto 4:09 las escenas son de la jornada del 20 de septiembre, cuando se produjo un nuevo asalto contra las posiciones exteriores del Alcázar. Varios momentos captados por los noticieros también fueron inmortalizados por los fotógrafos, otro hecho que demuestra la manera de trabajar de estos y moverse por las barricadas en grupo. 

Os muestro capturas del vídeo del momento de avance por Zocodover, además de las fotografías de Torres, «Chim» y los alemanes Namuth y Reisner entre otros. Desde la esquina de la plaza de Zocodover, a cubierto en los soportales, los reporteros captan el avance entre los escombros de la manzana de viviendas destruidas en julio y del Gran Hotel Imperial ubicado en el nº 7. 

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Momento de avance entre los escombros de la plaza de Zocodover. Captura de vídeo HMN. 

Este mismo momento lo hemos visualizado en la fotografía de Torres. Se puede ver a los mismos milicianos, incluido el que carga con una caja y el guardia con chichonera a la derecha. 

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Momento de avance entre los escombros de la plaza de Zocodover. Captura de vídeo HMN. 

De igual manera, Namuth y Reisner con su cámara Rolleiflex cargada con película de 6x6 fotografiaron el mismo momento. Los negativos correspondientes de estas copias pude hallarlos e identificarlos entre 2021 y 2022 durante unas investigaciones en la Biblioteca Nacional, por lo que la escena me resultaba completamente familiar.

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Avance de los milicianos por los escombros de la plaza de Zocodover. Foto atribuido a Namuth y Reisner (ANC / BNE).

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Avance de los milicianos por los escombros de la plaza de Zocodover. Foto atribuido a Namuth y Reisner (ANC / BNE).

Dejo la fotografía de Torres que permite ver cómo los reporteros y camarógrafos estuvieron trabajando juntos en aquel momento en los soportales de la plaza de Zocodover: 

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Aquella jornada fue sin duda una de las más duras para los defensores de la fortaleza, que aguantaron durante horas el continuo bombardeo de la artillería en todos los frentes y el asalto de los sitiadores en la parte norte, principalmente contra el Gobierno Militar. A última hora del día, la situación en los puestos exteriores era tan complicada que desde el Alcázar el coronel Moscardó dio orden de retirada de estas posiciones y establecer una única posición en los restos de la fortaleza.

Según la información aportada por el fotoperiodista Antonio Jesús González, el fotógrafo Torres Barrionuevo reaparece en Barcelona en febrero de 1939 tras la toma de Barcelona por parte de los franquistas (información en Azul: órgano de la Falange Española de las JONS, 22 de febrero de 1939). Posteriormente, ya finalizada la contienda, se encuentra de nuevo en Córdoba realizando reportajes para Azul, como la visita del general Franco a la ciudad. El fotoperiodista cordobés apunta a la posibilidad de que Torres Barrionuevo fuera un agente doble durante la guerra, ya que pudo continuar con su profesión de reportero gráfico sin ningún problema años después a pesar de haber trabajado en zona republicana y para el Ministerio de la Guerra de la República.

De esta manera, recuperamos y reconocemos la figura del reportero Adolfo Torres y su labor profesional durante la guerra en Toledo, además de establecer la manera de trabajar en momentos clave del asedio del Alcázar para los profesionales del reporterismo gráfico de la época.

**Edición 22 de mayo de 2024:

Repasando las fotografías de Chim en la La Maleta Mexicana he destacado una donde aparece de espaldas el comandante Emilio Torres y el general Asensio, además de un tercer personaje desconocido. Por sus rasgos físicos podría tratarse de Adolfo Torres Barrionuevo (añado la fotografía para comparar con la suya de los años 20). Otro punto que añadir a esta hipótesis es que la fotografía anterior de la tira de negativos realizada por Chim se corresponde a la imagen de los guardias y milicias con la bandera del Regimiento Pasionaria, por lo que refuerza u presencia en la fotografía junto a los oficiales militares.






Más datos sobre Torres Barrionuevo: 

http://www.artearqueohistoria.com/spip/IMG/pdf/-35.pdf




La Scottish Ambulance Unit en el frente de Toledo (1936)

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La Scottish Ambulance Unit (Unidad de Ambulancias Escocesas) fue un grupo expedicionario creado para prestar ayuda sanitaria y de apoyo durante la Guerra Civil. La institución fue fundada por el profesor hispanista de la Universidad de Glasgow Daniel M. Stevenson que puso al frente del grupo a la conocida como comandante Miss Fernanda Jacobsen, también de la Universidad de Glasgow, por su conocimiento del idioma y su relación familiar con el país. La financiación de la Unidad estuvo a cargo de donaciones privadas, recaudaciones de amigos adinerados del profesor Stevenson y del Trades Union Congress (TUC).

La primera unidad llegó a España en septiembre de 1936 con un equipo formado por siete ambulancias, material médico de gran calidad y un coche para utilizar de guía en los frentes. El grupo lo componían 19 personas con Miss Jacobsen como líder junto con un médico, conductores, mecánicos y ayudantes de primeros auxilios. La prensa realizó numerosas entrevistas a sus miembros, principalmente a Jacobsen y los reporteros gráficos inmortalizaron algunas de sus acciones en 1936 y 1937 (cuando habían llegado otras expediciones) como veremos a continuación. Los nombres de los primeros voluntarios, además de la comandante, eran Louis Levin, John Boyd y Fred McMahon, Robert Budge, George Burleigh, William Cox, George W. Freebairn, Harry Givan, Duncan Johnstone, Angus McClean, Alex McLennan, Duncan Newbigging, Walter Perfect, Enrst Porter, Herbert Richmond, Thomas Watters y Donald Gallie. 

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Miembros de la Unidad de Ambulancias Escocesa en Madrid en 1937 (BNE).

Este último, Donald Gallie (1911-1999), conservó su diario personal que fue publicado por su hija Nina Stevens bajo el título The Spanish Civil War. The Road to MadridDiary of Donald Gallie, member of the Scottish Medical Aid Unit (September-December 1936), que descubrí hace unos años gracias a las indicaciones del historiador e investigador Luis A. Ruiz Casero y hoy analizamos con detalle. Además de la importancia documental del diario, el escocés realizó fotografías durante su estancia en España que añaden valor como testimonio en el frente de Toledo y Madrid, incluyendo la travesía para llegar y abandonar el país en diciembre de 1936.

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Donald Gallie con niños y otros miembros en el sector de Aranjuez y Toledo en octubre de 1936 (Photo D. Gallie).

Donald Gallie nació en Gartsherrie (Escocia) el 6 de octubre de 1911 mudándose su familia al poco tiempo a Lenzie, cerca de Glasgow. Allí estudió y jugó al rugby en el equipo de la ciudad. Graduado en la Universidad de Strathclyde como Ingeniero Mecánico, durante el verano de 1936 trabajó gratis en un garaje de Kirkintilloch para practicar sobre mecánica de vehículos, hecho que fue inspirador para presentarse voluntario como conductor de ambulancias y marchar a España en septiembre de aquel año. 

Gallie cuenta en su diario cómo se despidió de su familia, amigos y novia el 17 de septiembre de 1936 para partir desde Glasgow y participar en la Unidad Médica Internacional junto al resto del equipo de diecinueve integrantes y las seis ambulancias. El recorrido desde Glasgow hasta Dover para cruzar el Canal de la Mancha se realizó durante un par de jornadas. Solían hacer largos recorridos de varias horas en convoy y parar en pueblos o ciudades como Royston o Canterbury para cenar y pasar la noche. El voluntario escocés redacta numerosas anécdotas del viaje con ricos detalles que nos permiten comprender el itinerario que realizaron hasta llegar a España. El domingo 20 de septiembre cruzaron el Canal en un pequeño ferry con un trayecto de hora y media de duración donde algunos miembros voluntarios se marearon, aunque Gallie demuestra una ilusión enorme por pisar Francia por primera vez en su vida. Pernoctaron en Boulogne y Chartres donde comenzaron los primeros problemas entre los oficiales al mando, principalmente entre el doctor Levin y Jacobsen. El médico acusaba a la comandante de tener intereses personales en llegar a Madrid para encontrar a un viejo amigo. Estas rencillas marcaron al resto del personal que solicitaron instrucciones a Glasgow que les indicaron que continuaran con el plan de llegar a Madrid para ofrecer ayuda y pagaran los gastos del viaje de vuelta de Levin para ser sustituido por Duncan Newbigging.

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George Burleigh y Donald Gallie en octubre de 1936 junto a su ambulancia nº 7 y renombrada personalmente como Caurnie (Photo D. Gallie).

Aunque en el diario indica que la noche del 21 de septiembre de 1936 cruzaron la frontera y entraron en España por Perpiñán, es muy probable que fuera el 23 o 24 de septiembre cuando llegaron a Figueres. Allí fueron recibidos calurosamente y alojados en un hotel donde cenaron productos variados con buen vino. El 26 de septiembre llegaron a Barcelona por las carreteras del Mediterráneo y quedó defraudado por el pobre recibimiento unido al cansancio tras horas sin haber comido nada. En la ciudad conocieron a un joven de Glasgow que se había enrolado en las milicias y fue quien les puso al día de los hechos iniciales de la sublevación militar. Desde la Ciudad Condal se trasladaron a Tarragona donde se bañaron en el mar y posteriormente llegaron a Vinarós y Valencia donde los conductores decidieron descansar durante más de un día y hacer arreglos a los vehículos, además de buscar gasolina entre los comités locales. Vía Tarancón llegaron a Madrid el 1 de octubre de 1936 cuando fueron recibidos por el Ministro de Asuntos Exteriores Julio Álvarez del Vayo. En la capital fueron alojados en el Hotel Nacional del Paseo del Prado que tenía habitaciones con grandes comodidades y baño privado.

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Ambulancias escocesas y sus conductores en Nuevos Ministerios en Madrid en 1937 (BNE).

A partir de aquí comenzó el periplo de la guerra en tierras de Madrid y Toledo. El 3 de octubre les ordenaron marchar a Aranjuez donde establecieron su hospital base en la sede de un antiguo banco después de que los franquistas tomaran Toledo a finales de septiembre y el frente se encontrara a pocos kilómetros. La primera salida de emergencia fue para marchar al pueblo de Burguillos con la ambulancia nº 7 y tres camillas para recoger heridos. Gallie describe el horrible trayecto por carreteras y caminos en mal estado, ya que para llegar al pueblo debían dar un rodeo para evitar las posiciones enemigas al este de Toledo.

La prensa comenzó a hacerse eco de la presencia de internacionales en el sector del centro y realizó reportajes gráficos de sus actuaciones (a veces confundiendo a los escoceses con voluntarios ingleses, belgas y suecos como indican los artículos escritos, pero con fotografías que demuestran que son los escoceses).

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Traslado de heridos en ambulancia escocesa cerca de Cabañas de la Sagra en la carretera de Madrid en octubre de 1937 (PARES/CDMH).
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Miembros de la motorizada junto a voluntarios escoceses de la Unidad de Ambulancias cerca de Torrejón el 23 de octubre de 1936 (FPI / Marín). 

Al día siguiente, 4 de octubre, la ambulancia marchó hasta Algodor donde estuvo esperando órdenes por el coche guía que se adelantó unos kilómetros. Desde la estación podían ver la ciudad y el estado ruinoso del Alcázar toledano. Trasladaron a varios heridos de los cientos de milicianos que había en el lugar, todos campesinos mal aseados y con caras de agotamiento, que mantenían posiciones pobres y una mala organización en el lugar. Al anochecer regresaron hasta Algodor acompañados por un médico que les guiaba en un coche y pasaron unos kilómetros de la estación con dirección a Toledo hasta una casa de labor o granja donde había una ambulancia escondida. Continuaron unos metros más cuando comenzaron a recibir fuego de ametralladoras que levantaba nubes de polvo en el terreno. Casi habían cruzado sin saberlo las líneas enemigas a muy pocos kilómetros de la Ciudad Imperial. Tuvieron que abandonar la ambulancia nº 7 para protegerse tras unos arbustos cuando un cañón disparó muy cerca del vehículo. En ese momento también pasaron dos monoplanos que bombardearon el lugar. Los sanitarios retrocedieron y se tiraban al suelo cada 20 metros esquivando balas y metralla hasta ponerse a cubierto en la casa de labor. Por la noche recuperaron la ambulancia que había sido dañada por una bala en el radiador y tardaron horas en volver a Aranjuez mientras iban rellenando varias veces el radiador para evitar quemar el motor. Gallie, todavía con el miedo en el cuerpo, dibujó en su diario un croquis y la situación en aquella carretera entre Toledo y Algodor.

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Según el croquis dibujado en el diario de D. Gallie. 

El 8 de octubre recibieron orden de partir otra vez a la localidad toledana de Burguillos vía Mora donde se perdieron por no encontrar el camino y no tener brújula. La noche se les echó encima hasta que en un cruce de caminos se desviaron y llegaron a Orgaz y luego a Burguillos pasadas las 7 de la tarde donde cenaron galletas con chocolate y dormir en sacos en una granja. A la mañana siguiente comprobaron que la granja era bastante grande y estaba llena de soldados por lo que el lugar se mostraba completamente destartalado, con basura desparramada por todo el complejo y un fuerte olor por los restos de comida, aves desplumadas y entrañas de otros animales sacrificados para las cocinas. En el puesto de socorro recogieron a varios milicianos con problemas pulmonares, úlceras y enfermedades venéreas. 

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Miss Fernanda Jacobsen en el sector de Toledo en octubre 1936 durante el traslado de heridos (PARES /CDMH).

De camino a Aranjuez recibieron una nota de Miss Jacobsen que les ordenaba dejar el vehículo y regresar inmediatamente. El gobierno había decidido requisarles el material y debían dirigirse a Madrid. Las discusiones afloraron entre el equipo y debido a disputas personales algunos voluntarios casi llegan a las manos. Tenían dudas del motivo sobre la requisa de las ambulancias y Gallie pensó que se debía a alguna mala actuación en el frente de Olías del Rey y Cabañas de la Sagra por el estado embriaguez de algún compañero. La noticia llegó poco después y el motivo fue por decisión personal del comandante local en el frente del centro y no por orden del Ministerio de la Guerra que se disculpó ante tal situación. Sin embargo, Gallie creía que las malas actuaciones, las constantes borracheras y discusiones entre miembros de la Unidad y los comentarios derrotistas fueron clave para que quisieran requisar el material y enviarles a casa. Anotó en su diario: «La mayoría de nosotros cree que algunos constituyen una amenaza real para la Unidad». El domingo 11 de octubre les notificaron que volverían a Escocia siete de ellos. Dos por decisión propia y cinco expulsados por resultar un problema para el equipo. De nuevo, se creó una disputa en el grupo, pero finalmente salieron de España vía Alicante y Marsella.

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Ambulancia escocesa, erróneamente mencionada su procedencia como belga, con el nombre de Lucy (no podemos identificar el número de esta) en octubre de 1936 en la carretera de Toledo (Diario Ahora).

El 13 de octubre regresaron a Aranjuez para recuperar las ambulancias que se encontraban en Burguillos y en Cabañas de la Sagra y se establecieron en la sede del banco y fueron alojados en casas particulares de la ciudad. El día 14 decidieron ir a buscar los vehículos y la comandante Jacobsen se reunió en Olías del teniente Castillo (del Rey) con los jefes militares para poder recuperar las ambulancias ya que era primera línea del frente al encontrarse las tropas de Franco a pocos km en Toledo y Bargas. No se escuchaban disparos ya que eran las 2 del mediodía y estaban las tropas comiendo en las trincheras y parapetos por donde paseó Gallie para charlar con los milicianos. En Cabañas encontraron dos ambulancias y allí les dijeron que la nº 5 estaba en Madrid y otra en Mocejón. Hasta el lugar se dirigieron a la vista de los puestos avanzados enemigos que no hostilizaron. En el pueblo contemplaron la dura situación en el puesto de socorro donde solo había un médico y cinco enfermeras que eran jóvenes del pueblo. No había medicamentos ni material quirúrgico y solo pudieron administrar algo de morfina a los heridos graves mientras el médico amputaba con un pequeño bisturí un miembro de un miliciano. Cargaron las ambulancias de heridos y los llevaron a Aranjuez para que fueran atendidos de urgencia.

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Descanso y comida en Olías del Rey en octubre de 1936 (Photo D. Gallie).

El jueves 15 de octubre en Burguillos encontraron la ambulancia nº 7. Las tropas republicanas continuaban en la granja grande donde habían estado varios días atrás, aunque la mayoría se encontraban en la localidad de Nambroca. La ambulancia había sido reutilizada para transportar una ametralladora con munición completa y su tripulación. Gallie comenzaba a recelar de Miss Jacobsen y pensaba que debían entregar todo el material al gobierno y regresar a Escocia, ya que en España se disponía de médicos, pero no de equipo en condiciones como el que ellos tenían. Desde Aranjuez recibieron orden de establecerse en Mocejón y marcharon en convoy con las luces apagadas, salvo las del primer vehículo que ejercía de guía. En el pueblo las fuerzas gubernamentales estaban en retirada y ante el caos decidieron establecerse en Illescas para evitar ser capturados.

El día 16 de octubre dividieron a la Unidad por decisión propia y tres ambulancias se quedaron en Illescas y las otras tres partieron hacia Aranjuez. Gallie se quedó en Illescas y allí conoció al médico Juan José Escaciano que había sido profesor de Medicina en Madrid y consiguió escapar de las fuerzas sublevadas cuando tomaron Toledo junto con un cocinero que siempre le acompañaba. El 17 de octubre por teléfono se solicitó el envío urgente de ambulancias a Cabañas de la Sagra. Donald Gallie conducía la nº 7 y durante el camino notó que estaba bastante nervioso mientras esquivaba a soldados y refugiados que huían hacia Madrid. En un campo cercano al pueblo localizaron la cercanía de los combates y a una columna motorizada enemiga mientras varios aviones sobrevolaban el lugar y las antiaéreas machacaban el cielo. Los aviones bombardearon muy cerca y pensaron en un momento que darían la vuelta para ametrallar las ambulancias en picado. Se les ordenó ir a Illescas donde el hospital estaba lleno de heridos. En Yuncos llenó el depósito de gasolina y recogió a varios refugiados que huían con niños y llevó a Illescas. En Madrid, después de dejar a los heridos más graves, les dieron la noticia de que Illescas estaba siendo evacuado por la cercanía enemiga. Durante los siguientes días trabajó en la zona de Getafe y Parla, donde habían establecido la base y una estación de vendajes debajo de un puente o paso del ferrocarril. A finales de octubre de 1936 el hospital de Parla fue bombardeado y Gallie indica «no está marcado de ninguna manera como hospital» y el objetivo pudo ser un grupo de casas cercanas que ejercían como cuartel. 

A partir del 29 de octubre Gallie comenta los combates en Seseña y menciona los intentos de recuperar Torrejón de Velasco en la carretera de Toledo. Tienen bastante trabajo ya que los heridos son numerosos y los llevan al hospital de Getafe y a Madrid si eran muy graves. El 30 de octubre Getafe es bombardeado con el resultado de numerosos muertos, entre ellos decenas de niños y niñas. Gallie se encontraba en Madrid en aquel momento, pero a su regreso puede ver el pueblo completamente destruido y la sangre por las calles de heridos y muertos. Los reporteros gráficos que se encontraban en Madrid fueron al depósito de cadáveres para fotografiar de manera individual a cada niño fallecido. Estas fotografías sirvieron para denunciar las actuaciones de la aviación franquista gracias a Arturo Barea que en noviembre de 1936 las salvó de la destrucción y distribuyó a las agencias extranjeras. Los aviones también soltaron bombas en Parla dañando a las ambulancias escocesas nº 2 y nº 3, esta última quedó carbonizada por explotar el depósito de gasolina.

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Bombardeo sobre Parla con la ambulancia nº 3 completamente destruida (Photo D. Gallie). 

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Publicación de las fotografías de los cuerpos de los niños muertos durante el bombardeo de Getafe en el periódico Daily Worker del jueves 12 de noviembre de 1936.

En todo el sector Toledo – Olías – Cabañas – Illescas – Parla – Getafe había trabajado con la Unidad una joven chica enfermera, estudiante de medicina de tercer año en Madrid llamada Inés Jiménez Lumbreras. Gallie la describe como una buena amiga del grupo y que siempre actuó junto al médico Escaciano en momentos de gran peligro.

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La enfermera Inés Jiménez Lumbreras en el sector del centro junto a la Unidad de Ambulancias Escocesas (Photo D. Gallie).

Por las investigaciones posteriores del SIDBRINT de la Universidad de Barcelona sabemos que Inés Jiménez Lumbreras era estudiante de Medicina y estaba afiliada a la Juventud Católica y a la Asociación de Estudiantes Católicos antes de la guerra. Se trasladó a Barcelona y se integró en el SIM (Servicio de Información Militar) con el encargo de detectar emboscados, quintacolumnistas y traidores a la causa del gobierno republicano. En 1937 conoció a Carmen Tronchoni Soria que, supuestamente, perteneció a la Falange valenciana y al Socorro Blanco. Tronchoni se encargaba de conseguir salvoconductos y pasaportes para oficiales y miembros falangistas en territorio republicano que querían pasarse a los sublevados. Los agentes encubiertos del SIM, entre los que figuraba Inés Jiménez, se hicieron muy amigos de ella como miembros de una red clandestina y así tomar confianza con Tronchoni. En noviembre de 1937 Carmen Tronchoni fue detenida junto a un grupo de emboscados a los que intentaba pasar de bando. Fue juzgada y acusada de alta traición y espionaje y fusilada en marzo de 1938 en los fosos del castillo de Montjuic. Inés Jiménez Lumbreras se mantuvo en Barcelona al finalizar la contienda y fue detenida en junio de 1939, acusada de rebelión militar y espía republicana. El 13 de noviembre de 1940 fue fusilada en el campo de La Bota y enterrada en las fosas comunes de La Pedrera del cementerio de Montjuic. 

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Retrato de Carmen Tronchoni y noticia sobre su sentencia el 28 de marzo de 1938.

A partir de aquí el diario relata los pasajes relacionados con noviembre de 1936 y la batalla de Madrid donde actuó en Carabanchel y las cercanas posiciones de la Casa de Campo durante los traslados de heridos a los diferentes hospitales. Su alojamiento continuó en el Hotel Nacional en Madrid y en la Embajada inglesa. Donald Gallie abandonó España en diciembre de 1936 y desde Escocia continuó apoyando las labores de la Unidad que regresó a España con más sanitarios y nuevos vehículos en 1937. Las ambulancias escocesas también participaron en las cercanías de Toledo en el frente sur del Tajo en 1937, según indica en su reciente trabajo Luis A. Ruiz Casero (Sin lustre, sin gloria. Toledo y Guadalajara, frentes olvidados de la Guerra Civil, 2023). En un informe redactado para la prensa y firmado por Sir Stevenson de junio de 1937 relata los peligros de las ambulancias en el sector de Toledo en mayo de ese año cuando las bombas caían cerca de los voluntarios.

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Nota de prensa sobre la actuación de la Unidad en el frente sur del Tajo en Toledo en mayo de 1937 (Universidad de Warwick).

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La Unidad Escocesa en la Embajada de Inglaterra en Madrid en 1936. Donald Gallie está en el centro, con gafas, cantando.

Miss Fernanda Jacobsen junto con la Cruz Roja Internacional medió en 1938 para conseguir que el médico militar Mariano Gómez Ulla, preso desde aquel año fuera libreado en un cambio con otros prisioneros republicanos en zona sublevada. Abandonó España al término de la contienda regresando a Escocia junto a su Unidad en abril de 1939.

Donald Gallie escribía a los periódicos escoceses habitualmente para comentar las labores de la Unidad y sus experiencias en España. En febrero de 1937 publicó un artículo que adjuntó con una de sus fotografías tomada en Illescas en octubre de 1936 junto al doctor Escaciano.

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Edición de febrero de1937 de The Railway Service Journal con texto y fotografía de Donald Gallie en Illescas (LOC).

En 1937 la prensa publicaba habitualmente extensas entrevistas y reportajes sobre la Unidad que se hizo conocida por la presencia de los voluntarios extranjeros y su líder Miss Fernanda Jacobsen.

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